Una de las películas que más le gusta a mi madre es sin lugar a duda “Escuela de sirenas”. De hecho, creo que me dio el nombre de Esther en homenaje a la protagonista: Esther Williams. De pequeña, me la ponía sin cesar. Por ello, creo que me gusta tanto el agua, y porque –pensándolo bien– ello nos viene de lejos… Nadar es para mí tan necesario como beber, comer o amar… Con lo cual, no dudé en cuanto pude en instalar una piscina DTP en mi jardín. ¿Por qué elegí dicha empresa toledana? En primer lugar, porque se trata de una empresa de mi región (aunque también exportan a Francia, Portugal y Marruecos), joven y dinámica. En segundo lugar, porque el principal objetivo de la empresa DTP es el de ofrecer al cliente un producto de excelente calidad, original y a unos precios sumamente competitivos. A la hora de elegir entre una u otra empresa ¡eso ayuda!
Con ello, los modelos prefabricados de fibra o de productos transformados de poliéster de la empresa son de alta gama, novedosos, bonitos y sobre todo ¡seguros! Pues, al tener hijos pequeños (tengo un hijo de 5 años y una hija de 3 años) la seguridad es fundamental para mí. Asimismo, proponen una de las gamas más completas del mercado actual y con unos diseños verdaderamente vanguardistas. De hecho, son líderes y logran ser un referente en este campo a nivel nacional, europeo e internacional.
Personalmente, yo elegí el modelo “Mallorca” porque su diseño me pareció tremendamente elegante y sofisticado. En efecto, su escalinata le da un aire de distinción inspirado y enriquecido por la infinidad de culturas y civilizaciones que pisaron la peculiar geografía de la isla. En cuanto al color (¡porque lo puedes elegir!), me decanté por un marroncito grisáceo de lo más bonito. Y la verdad, es que cuando invito a mis amigos a casa se quedan prendados y subyugados por mi piscina que se funde harmoniosamente con la belleza del entorno toledano. A menudo, y cuando el tiempo lo permite, acabamos bañándonos o dando unas cuantas brazadas o largos en la piscina… ¡No echamos para nada de menos el mar ni sus playas repletas de gente y bullicio! Pues, el chalet ubicado en la falda de un cerro, rodeado de montes y bañado por el río Amarguillo es un auténtico jardín de Edén.
Elegir mi piscina en la empresa DTP, Av de la Constitución 1, en Casarrubios del Monte (Toledo) fue un verdadero acierto. No sólo por su diseño y precio sino también por las garantías que te ofrece. Pues, las piscinas están avaladas por Certificaciones ISO de Calidad y Medio Ambiente de la Unión Europea. ¡Nada menos! Y tal y como os lo he dicho más arriba, al tener hijos ¡la seguridad es primordial para mí! Dicho esto, aquí os dejo por si os interesa el número de teléfono de la empresa: 91 817 18 18. ¡Quién sabe! Aquí no hay playa pero piscinas sí… ¡y a mares!