Lo tradicional ha vuelto. Lo hecho a mano, con materiales naturales o ecológicos, con materias primas de calidad, con diseños originales, alejados de la producción en cadena a la que estamos acostumbrad@s, se impones, y esta tendencia llega para quedarse. El consumidor y la consumidora de hoy exigen productos decentes, creaciones diferentes a las ofrecidas por las principales tiendas que trabajan con este nuevo concepto, creación de Amancio Ortega, de fastfashion, es decir, prendas de mala calidad y hechas de cualquier manera. Frente a esto, el público de hoy se empieza a decantar por productos locales, o al menos, nacionales, realizados a partir de materiales del país, productos artesanales y de calidad. Y aunque la tendencia a comprar en las grandes superficies sigue ahí, y seguirá estando, parece que algo ha despertado la conciencia de un sector importante de la población que se decanta por el producto de cercanía.