Los colores de las paredes pueden provocar sensaciones diversas, es decir, que los espacios transmitan relajación o energía. Si trabajas en casa seguro que pasarás muchas horas sentado en tu escritorio, por lo que es muy importante trabajar en un espacio con colores que favorezca la concentración, pero que estimulen la productividad. En este artículo te explicamos que colores puedes elegir para la zona de oficina.
El blanco
Puedes escoger el blanco para pintar las paredes de la zona de trabajo. Es un tono ideal para espacios muy pequeños y oscuros.
Aunque si necesitas potenciar el efecto de la luz natural, pero te aburre el blanco, opta por una tonalidad neutra como el beige. ¡Te aconsejamos que incluyas una silla de escritorio tapizada en un color alegre, como azul o verde!
Grises muy oscuros
Los profesionales de Sinexia, expertos en construcción y reparación de todo tipo de edificaciones, explican que los grises oscuros también son idóneos para pintar las paredes de una zona de oficina, pero los espacios deben ser amplios y luminosos.
Apuesta por esta tonalidad porque conseguirás un despacho con mucho estilo. Para lograr el equilibrio combina el gris con tonos claros o con blanco.
Azul
Si quieres tener un rincón de trabajo muy chic, opta por el azul. Además, es un color que aumenta la productividad, pero
lo mejor es elegir un azul vivo y optimista.
Otra opción es apostar por un tono más elegante, como el azul marino. ¡Otra de las ventajas es que es un color atemporal!
Amarillo
Este color aporta energía y optimismo al ambiente, así que es idóneo para tu rincón de trabajo, porque te ayudará a aumentar la productividad.
Además, los expertos explican que el amarillo es idóneo para multiplicar la luminosidad de un espacio, pero no debes elegir un tono muy intenso porque puede generar nerviosismo.
Beige
Otra tonalidad idónea para el despacho es el beige, porque aporta calma, claridad y serenidad. Combina este tono con un mobiliario blanco o marrón.
Verde
Si quieres el verde para pintar las paredes es aconsejable elegir bien el matiz. Lo mejor es elegir un tono medio y apagado, como el verde salvia, aunque también puedes apostar por un tono azulado.
Sin embargo, si al final te decides por un verde oscuro, combínalo con blanco para conseguir el equilibrio.
Rosa
Si quieres un espacio que transmita energía y dulzura escoge el rosa. Te recomendamos que combines este color con el blanco o beige.
Verde agua
Sino quieres colores fuertes pero tampoco te apetece escoger el blanco, puedes optar por el verde agua, ya que transmite calma y realza la luminosidad. Este color combina muy bien con el beige y el gris.
Morado
Es un color que se asocia con el poder y la espiritualidad. Si te encanta este color para tu rincón de trabajo, lo mejor es pintar las paredes con tonos lilas y lavandas, porque que trasmiten calma.
Blanco roto
Si no te apetece un blanco puro puedes recurrir a otras variedades, como el blanco roto. Es una tonalidad ideal para tu zona de trabajo, porque crea un ambiente relajante.
Para evitar un espacio aburrido aporta algunos detalles en rojo y naranja, porque estimulan la creatividad.
Blanco grisáceo
Con ese color también conseguirás agrandar el espacio, además, es una tonalidad muy original.
Naranja
Es un color que transmite alegría y optimismo, pero es mejor bajar la intensidad y apostar por un tono melocotón, ya que es más relajante.
Papel pintado
Otra opción es recurrir al papel pintado para aportar color a las paredes. Elige un papel blanco con flores, ya que el efecto es súper decorativo y acogedor. Aunque si te apetece un estilo vintage te aconsejamos un papel pintado de cuadros.
Además, del color de las paredes es muy importante el orden y la iluminación. El diario 20minutos informa que «el orden es tan importante como la disciplina. Contar con una superficie de trabajo despejada y tener todo lo que necesitas a mano te ayudará a ser más eficiente en tus tareas. Para ello, puedes optar por una librería, estanterías junto al escritorio o en los lados del mismo si el espacio es reducido».
Intenta que la zona de trabajo se encuentre cerca de una ventana, para que deje pasar la luz natural. Para los días más oscuros puedes reforzar la iluminación con lámparas, pero evita las luces excesivamente fuertes.
Sitúa tu entorno de trabajo en una habitación independiente, pero si no es posible y has instalado la oficina en un rincón de una habitación, puedes usar revestimientos para suelos y paredes que te ayuden a delimitar los espacios.
Los olores influyen en tu actividad mental y ánimo, así que opta por los aromas cítricos o la menta, porque transmiten energía.