¿Reconstruido o de desguace?

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Desde hace unos años, el sector de la telefonía y la informática, empezó a dar salida a muchos de sus productos utilizados o de escaparate, rebautizándolos como artículos reacondicionados. El sector de la automoción, se ha hecho eco en los últimos tiempos y se ha dedicado a reacondicionar y reconstruir algunos elementos del coche. En particular, el motor. El corazón de cualquier tipo de vehículo que, como sucede con un corazón de carne y hueso, acaba por sufrir ciertos achaques.

Cuando el coche en cuestión, presentaba fallas en el motor o su eficiencia era menor, lo más habitual, era acudir al desguace con la finalidad de encontrar un motor en mejores condiciones. Los más manitas lo hacían por su propio pie, en tanto que los menos habilidosos, recurrían al taller. Los propios mecánicos buscaban el motor adecuado y se lo colocaban al cliente. Sin embargo, eso no garantizaba una larga vida al coche. Se trataba de colocar un motor de un coche que ya estaba en el desguace, podía funcionar o no. Así como era posible que funcionará un tiempo y luego, fallará.

De ahí que los motores reconstruidos, se hayan convertido en la opción de preferencia en numerosas ocasiones. Sobre todo cuando el motor de un vehículo falla y el coste de reemplazarlo es elevado o el modelo es difícil de encontrar. Las opciones económicas ante el fallo de un motor, son acudir al desguace o adquirir un motor reconstruido. A la hora de hacerse con una de estas opciones, hay que tener en cuenta ciertos aspectos: marca y modelo del automóvil, la versión, el año de fabricación y el código del motor. Con estos datos, ya se puede buscar el motor adecuado para sustituir el que da fallo. Pero es necesario, saber algo más al respecto, para que no nos den gato por liebre.

Una opción para cada caso

Algo que hay que tener en cuenta a la hora de comprar un motor para un vehículo, es su procedencia. En el caso de los motores que proceden de un desguace, se trata de motores procedentes de vehículos que han alcanzado el final de su vida útil. Aunque la razón de que ya no sirvan, no tiene relación con el funcionamiento del motor. Estos motores, como nos explican los especialistas  en reconstruidos de Mober, pasan por un procedimiento de comprobación y revisión de su funcionamiento y, una vez comprobada su funcionalidad, pueden ser utilizados en otros vehículos cuyo motor, falla.

De forma generalizada, los motores que proceden de un desguace, se almacenan con la información relativa al kilometraje, en el cuentakilómetros del coche original en el momento en el que se realiza el desmontaje. Este aspecto debe valorarse, dado que no es garantía de que se trate de un kilometraje real, puesto que tanto el motor como el cuentakilómetros, pueden haber sido sustituidos, antes de ser entregado al desguace. Lo que hace imposible garantizar al cien por cien la veracidad de la información.

En el caso de los motores reconstruidos, se trata de motores que han sido desmontados de su vehículo, una vez que su vida útil ha llegado. Estos motores pasan por un meticuloso proceso de revisión y se reacondicionan sustituyendo los elementos que no funcionan como es debido. Las piezas que se colocan son nuevas, por lo que las garantías son mayores. También conviene saber que, a la hora de adquirir un motor reconstruido, la condición es entregar el motor averiado a cambio. Aparte de que el mercado del motor reconstruido ofrece varias opciones:

  • Motor reconstruido completo, pero sin motor de arranque ni alternado, equipado con bomba inyectora, compresor de aire y turbo.
  • Motor reconstruido aligerado, con bloque de cigüeñal, equipo de motor, bielas, árbol de levas y culata. Algunos modelos incluyen la distribución.
  • Motor reconstruido corto que solo cuenta con el bloque, el cigüeñal, las bielas y el equipo del motor.

Teniendo en cuenta estas tres opciones, el precio del motor reconstruido puede variar en gran medida. Sin embargo, podemos asegurar que decantarse por estas opciones y no por un motor de desguace, supone prácticamente lo mismo que instalar un motor nuevo con kilómetro cero.

Otro de los aspectos relevantes de los motores de desguace o reconstruidos, es las garantías que ofrecen. Si aludimos al Real Decreto 1/2007, los plazos legales que marca en lo relativo a la garantía de los recambios usados, son un año. Estos doce meses se dividen en seis meses (los primeros) en los que es obligación de la empresa, demostrar que el problema surgido, no existía cuando se adquirió el motor. Los seis meses restantes, debe ser el comprador quien demuestre este hecho.

Llegado el caso de que haya que devolver el motor, siendo el desguace la parte causante del daño, deberá reembolsar el importe del motor o cambiar por una pieza que funcione. En tanto que el comprador, deberá devolver la pieza defectuosa. Para el caso de los motores reconstruidos, la garantía es siempre de un año.

Aspectos a considerar para adquirir un motor

No podemos negar la evidencia, uno de los aspectos más relevantes a la hora de optar por una de estas opciones, no es otro que el ahorro económico que supone. El servicio que ofrecen los profesionales de la mecánica al proporcionar motores de desguace o reconstruidos (sobre todo estos últimos), es de gran valor, puesto que estos motores, cuentan con un precio muy inferior al que tiene un motor nuevo. Por lo que, ante un presupuesto limitado, es una excelente alternativa.

Sin olvidar, para los más “verdes” que también se considera una alternativa sostenible. Utilizar motores reconstruidos o de desguace, reduce la necesidad de fabricar nuevos componentes, a la vez que se disminuye el desperdicio de materiales. Siento otra de sus grandes ventajas la calidad y fiabilidad que ofrecen. Si se adquieren en proveedores con experiencia, el rendimiento es comparable al que proporcionan los motores nuevos. Estos motores pasan siempre por los más estrictos controles de calidad y son sometidos a las pruebas más rigurosas, con la finalidad de asegurar que cumplen con todos los estándares que propone el fabricante.

A la hora de determinar el momento en el que puede ser necesario considerar sustituir el motor, hay que considerar varios factores. El primero de ellos, conocer si el fallo del motor original es catastrófico y, aun siendo posible de reparar, la reparación es muy costosa. Por otro lado, el kilometraje alto, una muestra de desgaste significativa, como puede ser la pérdida de potencia, un exceso en el consumo de aceite o ruidos.

Otra de las posibilidades en las que contemplar un motor reconstruido o de desguace, es cunado el motor original ya no se encuentra disponible en el mercado o su precio es demasiado elevado. En cualquiera de estos supuestos, decantarse por un motor reconstruido o procedente de un desguace, puede ser la mejor opción. Sobre todo cuando se trata de vehículos antiguos o modelos raros, situaciones en las que encontrar un motor nuevo, puede ser todo un desafío.

No todo queda aquí, a la hora de considera el motor en cuestión, es indispensable evaluar una serie de aspectos que ayuden a tomar la decisión que más conviene. En este sentido, lo primero que hay que hacer es investigar al proveedor. Buscar empresas con cierta reputación y experiencia en la reconstrucción de motores. Las reseñas y las referencias, garantizan que los proveedores, ofrecen motores de buena calidad.

Por otro lado, es necesario verificar las garantías que ofrece el proveedor. Cuando ofrecen garantías sólidas, los proveedores dan más confianza a los compradores, puesto que indica mayor calidad en su trabajo. Por lo que  hay que buscar proveedores que cubran como mínimo un año o un kilometraje elevado. Este factor proporciona tranquilidad al comprador si se producen problemas.

Por último, para determinar si el motor es el adecuado, hay que consultar con un buen mecánico y que este sea de confianza. Con ayuda de un buen profesional, se puede hacer el diagnóstico adecuado sobre el estado del motor actual y proporcionar una opinión informada, sobre cuál es la mejor solución en cada caso. Así mismo, el mecánico es la persona adecuada a la hora de ayudar a realizar la comparación sobre los gastos que supone el cambio de motor o hacer otro tipo de reparaciones.

En definitiva, optar por un motor de desguace o reconstruido, es algo que se debe valorar en el momento. En el caso de los motores reconstruidos, es cierto que se trata de una de las mejores opciones en la mayoría de los casos. Aunque hay que tener en cuenta todas y cada una de las circunstancias específicas de cada vehículo y consultar con un profesional. Lo mismo que en el caso de decantarse por un motor de desguace, hay que considerar el estado del motor, los costes de reparación o sustitución, el valor del vehículo… Y por supuesto si queremos que se trate de un motor fiable y duradero o algo para salir del paso.

Teniendo en cuenta todos estos factores, resulta más fácil determinar si la mejor opción es un motor reconstruido o de desguace y garantizar que la solución elegida, es la más eficiente y duradera.

 

 

 

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