Hay que agradecer el trabajo diario de todas aquellas personas que velan por la seguridad de la gente en todo momento, pero especialmente debemos agradecer todos los avances que se han producido en los últimos tiempos en materia de prevención de riesgos laborales. Sin duda, estamos hablando de uno de los asuntos que goza de una importancia más grande a la hora de enfrentarnos a nuestro día a día. Debemos recordar que pasamos 40 horas a la semana trabajando y que solo con eso ya tenemos un motivo más que de sobra para cuidar de la salud en el puesto de trabajo.
Nos hemos cansado de ver en las noticias alguna información relacionada con la muerte de un trabajador o trabajadora. Y debemos ser claros, aunque la realidad sea dura: esas muertes, desde la primera a la última de ellas, son evitables. Son evitables si se cuenta con los equipos, los procesos y el conocimiento suficiente. Eso es lo que ha faltado en muchas ocasiones en el seno de muchas empresas. Por suerte, los parámetros a los que obliga a las empresas el estado español en términos de prevención de riesgos laborales ya se han extendido y se ha reducido, que no eliminado, el número de accidentes y fallecimientos en el puesto de trabajo.
Está claro que esta ciencia va ligada a un desembolso económico por parte de las empresas. Es lo que apunta una noticia publicada en la página web IMF-Formación, con la salvedad de que el autor o autora considera que, más que un desembolso, es una inversión. Y es que es tal cual. Si prevenimos accidentes, evitaremos tener que dar de baja a un empleado y contratar a otro para que le supla, haciendo que estemos pagando, en mayor o menor medida, dos salarios para cubrir un único puesto.
Ese es uno de los motivos por los que, según informa la página web ITC Formación y Consultoría, el 40% de las pymes pretende aumentar su inversión en lo que respecta a la prevención de riesgos laborales. En mayor o menor medida, estas empresas ya han comprendido lo que apuntábamos en el párrafo anterior, que no prevenir termina costando dinero. Y, por ende, que hay que garantizar que todo esté en orden en materia de prevención para, por otro lado, evitar una posible multa que podría llegar a ser millonaria por parte de la Administración.
Alicante es una provincia en la que existe trabajo prácticamente en todos los ámbitos y sectores. Es cierto que, en nuestro territorio, predomina un sector servicios en el que, por lo general, tiende a pensarse que hay una menor cantidad de riesgos en materia laboral. Es cierto: no es lo mismo trabajar en una oficina que en una fundición de acero, pero que nadie vaya a pensar que no existe ningún tipo de riesgo para los trabajadores y trabajadoras alicantinas. En este territorio también hemos tenido noticias de fallecimientos y accidentes laborales y las empresas de la provincia quieren poner de su parte para que eso termine de ocurrir.
A nivel nacional, las administraciones, las empresas y los sindicatos han avanzado de un modo tremendo en materia de prevención de riesgos laborales. En la provincia de Alicante, el avance está siendo total y absoluto en función de lo que nos indican desde Sermecon. Sus profesionales nos han indicado que, en apenas una década, una década que, no olvidemos, ha estado marcada por la crisis, las empresas alicantinas han doblado su inversión en materia de prevención de riesgos laborales. Es un orgullo que así sea. Tenemos mucho por lo que sacar pecho en este sentido.
Una cuestión de imagen
En una sociedad como en la que vivimos, es evidente que no hay peor imagen que la de un trabajador o trabajadora fallecido a causa de no haber contado con los elementos de prevención suficientes que debería haberle proporcionado su empresa. Los dirigentes de los negocios lo saben y, por eso, no quieren ningún susto en este sentido. No es para menos, la verdad. Que ocurra algo así es suficiente como para tumbar un negocio, por muchos años que lleve en el mercado y por muy conocidas que sean las personas que lo regentan o que trabajan en él.
Creemos que los datos van a seguir mejorando durante los próximos años precisamente por esa cuestión de imagen a la que nos referíamos en el párrafo anterior. Estamos en un momento en el que hay que poner todo de nuestra parte para evitar que esas noticias a las que hemos hecho referencia en párrafos superiores no se vuelvan a dar. Y debemos tener la conciencia suficiente como para denunciar abusos y faltas de alguna empresa en concreto en materia de prevención de riesgos laborales. A fin de cuentas, el día de mañana, un familiar o amigo es el que puede sufrir las consecuencias de la falta de elementos que puedan salvarle la vida en el trabajo.