La instalación de pistas de pádel para una comunidad, como complemento a las pistas existentes en un recinto deportivo o para uso particular y privado, conlleva una serie de decisiones que se han de tomar en cuanto a los materiales de los que estarán hechas las pistas y las formas de cerrar o aislar los campos de juego. La decisión sobre las características de la pista también están condicionadas por el uso que esté previsto que se le vaya a dar. Dependiendo de si se escoge césped artificial, hormigón u hormigón poroso han de tenerse en cuenta una serie de normas de uso y especificaciones de calzado para conseguir que el terreno se mantenga en perfecto estado.
Tipos de superficies de las pistas de pádel
Las superficies que son más típicas son las de césped artificial y las de hormigón.
Suelos de hormigón
Las superficies de hormigón pueden ser porosas o no porosas, este tipo de suelo hace que la velocidad de bote de la pelota sea mayor. Como consecuencia, los puntos son más rápidos y la exigencia física a los jugadores es mayor, puesto que se tienen que mover con mayor velocidad para estar preparados en cada golpe.
Suelos de césped artificial
Este tipo de superficie es la que más se está demandando, porque es una superficie que ralentiza el bote de la pelota, alarga los puntos y, debido a la capacidad de absorción de impactos, provoca menos lesiones en los jugadores. Otra ventaja es que, al ser más lento el bote de la pelota, los espectadores de los partidos pueden seguir el juego mucho más fácilmente que en las pistas de hormigón.
Con la lluvia leve, con el césped artificial, no ha de pararse el juego. La arena de sílice de estas pistas favorece el agarre del calzado deportivo y disminuye el riesgo de resbalones inoportunos que puedan provocar lesiones.
Además, este tipo de suelos no exige mucho mantenimiento, soporta la radiación solar y reduce las lesiones. Tan solo hay que eliminar la suciedad que pueda acumularse en la pista y barrer para distribuir uniformemente la arena de sílice que se reparte a lo largo de la pista. Esta arena consigue que el césped no se desgaste ni se aplaste y es común que se desplace por el natural movimiento de los jugadores sobre la pista durante el partido.
Otros tipos de suelos
Hay otro tipo de suelos que también se pueden encontrar, como la moqueta, la tierra batida o los materiales sintéticos.
Clases de cerramientos de las pistas de pádel
Una vez elegido el suelo tan solo queda por escoger el tipo de cierre para que recorra el perímetro de la pista. Se suelen poner muros de cemento o cristal. En los cierres suele distinguirse entre dos zonas, los fondos de las pistas y los laterales, en los que hay que incluir un acceso para la salida y la entrada de los jugadores.
Los muros de cemento
Suelen estar acompañados de zonas metálicas cerca de la red y por los laterales, estas zonas se convierten en un lugar estratégico para el juego, puesto que no se puede predecir tan fácilmente el bote de la pelota como en un muro.
Cierres de cristal
El material de esta clase de cerramientos suele ser vidrio templado, metacrilato o vidrios de seguridad. Dependiendo de si la pista está en el exterior o en el interior se han de elegir un tipo y otro de materiales. Las pistas exteriores suelen estar a merced de la climatología, en este caso la fuerza del viento ha de tenerse muy en cuenta a la hora de elegir un tipo de cristal u otro.
Las pistas más comunes
Es cierto que los materiales y las combinaciones de suelo y cerramientos de las pistas hacen que existan varias combinaciones que conforman terrenos de juego. A veces se colocan paredes de madera y en algunos torneos el suelo es tierra batida. Sin embargo, unas de las pistas de pádel más comunes son las que combinan el césped artificial y el cerramiento de cristal.