Hace unos años monté un negocio de venta de máquinas de escribir, pensando que como todo lo antiguo o retro siempre vuelve, quizás podría darle salida a las mismas, pero nada más lejos de la realidad. Mi idea no funcionó. Con las máquinas de escribir no pasó lo mismo que con los tocadiscos o que con las cámaras réflex de fotografía. De forma que me comí todo aquello que había comprado para emprender, desde los libros de cuentas hasta los ordenadores para llevar la contabilidad. Incluso tenía un montón de cajas de cartón para enviar por internet los pedidos. Había comprado un gran stock a la empresa Cartonajes Mimo y luego me quedé con casi todo en el almacén del negocio. El cartón no quería tirarlo porque estaba nuevo, aunque tuviese impreso el logo y los datos de mi compañía. Quería reciclarlo, pero no limitarme a llevarlo a un simple contenedor de papel y cartón para deshacerme de él. Fue entonces cómo descubrí muchas formas de darle salida al cartón y que quiero compartir hoy con vosotros.
Principalmente las he usado para hacer juguetes para mis hijos, que a fin de cuentas, con el fracaso empresarial que sufrí, fueron en parte los más perjudicados, ya que no podía darles todos los caprichos que quería. Con ellos construí divertidos coches como el que veis en la imagen del artículo y que luego entre todos fuimos decorando en casa con los colores y los accesorios que deseaban pintar.
Con los pequeños cachitos que nos sobraban de hacer juguetes, confeccionamos también divertidas imágenes para adornar la casa. Seguramente habréis visto en muchas tiendas de decoración figuritas para colgar de los pomos de los armarios, bien en tela, con espuma dentro, de madera, etc. Las nuestra fueron hechas con cartón que luego decoramos con pinturas en relieve, plumas, lentejuelas, y demás materiales que mis hijos iban trayendo a casa. Para la habitación que comparto con mi mujer dibujamos un romántico corazón, mientras que mi hija se decantó por un unicornio y el pequeño de la casa escogió un pájaro y un delfín.
Otra de las cosas que fabricamos con el cartón sobrante de mi negocio es algo que estoy viendo ahora en muchas tiendas de decoración y también por internet o en las revistas propias de este sector. Se trata de letras en relieve que se colocan sobre los muebles o en repisas. Algunas son iniciales de nombres, otras forman el nombre de pila completo de la persona o algunas componen bonitas palabras como ‘Love’ (amor en inglés). Al ser un cartón de calidad, les dimos la forma y se mantienen perfectamente de pie. En nuestro caso las hemos hecho para regalar a los amigos, y las decoramos con motivos que sabemos que a ellos les gustan, para que sean regalos personalizados.
Por otro lado, como cuando sucedió esto con mi empresa mi hijo todavía era pequeño y dormía en la cuna en nuestra habitación, hemos aprovechado las cajas más fuertes para hacer cajoneras donde guardar su ropa y juguetes en la que ahora en su habitación. Para ello las hemos pintado de blanco, como la cama que le compramos.
Lo que está claro es que debemos aprender a vivir con menos y a reutilizar todo aquello que tenemos cerca y a lo que podemos darle una segunda vida. Ya se sabe, como dicen por ahí, no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.