Siempre me han gustado las Lavanderías de Autoservicio, pero de una forma un tanto romántica e idealizada, como esas lavanderías que aparecen en las películas norteamericanas en las que terminas conociendo al hombre de tu vida mientras a la vez que haces la colada.
Y es que, si el amor no empieza en el sitio más limpio de la ciudad ¿entonces dónde?
No tardé mucho en darme cuenta, que más allá de mis ideales románticos mis razones para ir a una Lavandería de Autoservicio tenían que ser de otra índole, porque cómo esperara a encontrar al hombre de mi vida entre toallas de baño y ropa interior iba más que apañada.
No obstante, sí que sería una Lavandería una de las razones por las que conocí al que luego sería mi marido.
Al valorar diferentes ideas de Negocio para montar algo en Santa Pola, no tardé en darme cuenta de que uno de los principales sectores que daba empleo en la zona era la Hostelería, así que empecé a plantearme lo interesante y rentable que podía ser montar una Lavandería de Autoservicio para los pequeños negocios de la zona.
Ventajas de una Lavandería de Autoservicio para Restaurantes
Una lavandería de Autoservicio puede ser una de las mejores aliadas para pequeños negocios como un Restaurante, ya que facilitan al máximo la tediosa tarea de hacer la colada.
No solo esto, sino lo más importante, ahorra tiempo y dinero que son dos de las principales ventajas de la Lavandería de Autoservicio para restaurantes.
Los restaurantes suelen ser los principales usuarios de este tipo de servicio, ya que también son quienes sacan el máximo provecho de un servicio de Lavandería automática.
Para empezar, puede lavarse más ropa en un solo ciclo de lavado. En un restaurante se acumula mucha ropa para lavar entre manteles, servilletas, fundas de sillas y uniformes de trabajadores.
Además, un restaurante no puede permitirse el lujo de quedarse sin textiles limpios y en cada lavadora hay capacidad para una media de unos trece a diecisiete kilos de ropa, lo que supone un buen número de manteles y servilletas.
No solo las lavadoras, los secadores también son de buen tamaño, por lo que después del lavado se puede pasar la ropa inmediatamente a la secadora. En apenas una hora el resto consigue un buen número de prendas textiles limpias bien higienizadas para volver a usar.
Y es que los textiles usados en bares y restaurantes son los más expuestos a manchas, algunas muy difíciles de sacar, como son por ejemplo las manchas de vino.
Por otra parte, en las lavanderías de autoservicio los detergentes son de carácter industrial, con lo que tienen mayor capacidad de limpieza que los domésticos.
En definitiva, las Lavanderías de Autoservicio se convierten en un servicio muy interesante para restaurantes, ya que suponen un importante ahorra de tiempo y dinero.
En cuanto fui consciente de todas estas ventajas, empecé a investigar para llevar a cabo mi idea.
Quería ofrecer una solución innovadora y eficaz y encontré lo que estaba buscando en Washup, se trata del primer modelo de Lavandería de Autoservicio diseñado por sus propios clientes. Un conjunto único que condensa todos y cada uno de los aspectos esenciales con una tecnología que lo convierte en el servicio predilecto para la idea que tenía en mente.
Una de las prestaciones que más me gustaba era la de su Video Show Promo, el primer sistema del mundo que permite mostrar a los clientes las ventajas de asistir a la Lavandería, así como las promociones y ofertas.
Se trata de un sistema operativo que muestra videos con las promociones que se ofertan en la lavandería de modo ininterrumpido. De modo que cada lavandería dispone de tantas pantallas como equipos de lavado, por lo que la capacidad de comunicación del sistema alcanza niveles inéditos.
El sistema Video Show Promo forma parte del software integrado en el sistema de pantalla táctil formando parte del equipamiento standard integrado en cada Wash-up por lo que incluye un coste 0.
Sabía que la combinación de ofrecer u n servicio necesario para muchas pequeñas empresas de la zona con la última innovación en tecnología iba a ser una apuesta segura.
De hecho, no tardé en conocer, entre manteles y manchas de vino, al que ser convertiría en el hombre de mi vida.
Si me lo dicen antes me hubiera echado a reír, aunque en el fondo sabía que siempre hay algo de verdad en las historias que te cuentas de esos escenarios tan de película.
